Felicidad

Es el mayor de los afanes,
El denominador común De todos los mortales;
Nadie evita desearla Sino su encuentro Con aquello que ambiciona
Y en tanto se alcanza…
La satisfacción se vislumbra En la sombra de las pasiones.

Sin embargo Ese deseo es vacuo; Nada en si mismo Pues todo él consiste
En tanto puede mirársele Cara a cara, En el anhelo de la Esperanza

En eso consiste la felicidad: En un empeño, En la tensión Por conseguirla
Y su grandeza radica En lo inconsistente, En saber que se mueve Entre el si y el no, El alfa y el omega, El quiero y no puedo En el ya si…Pero todavía no.
Porque cuando concluye La aspiración que embriaga Al hacerse tangible
Desparece esa ilusión Transformando lo esperado En posesión Perdiéndose el misterio.
Se tiene el objeto ansiado Pero esa chispa de la espera Se diluye Para acabar desapareciendo Y una vez cosificado, Formando parte de lo
Cotidiano Su efervescencia Se desvanece

Y vuelta a empezar…

Se anhela, Se desea, Se espera, Se mantiene una certeza Retornando la esperanza En nueva ventura, En un continuo Amanecer y anochecer Que es la rueda de la vida.
La felicidad es una nada Que a su vez es todo Salvo esa apetencia
Es una senda incierta Pero prometedora Que empieza y termina En si misma Porque ese camino Es acercarse rozándola…
Pero no tenerla.



No hay comentarios:

Publicar un comentario